El sobrino del Emperador

Siempre que existe nostalgia de algo se recurre a buscar una conexión con lo que se añora. Esa conexión puede ser de muchos tipos, como por ejemplo el último pariente descendiente del último emperador chino. El sobrino del Emperador. Hoy se le puede ver -dicen que es el auténtico- junto a sus obras pictóricas en las tiendas para turistas de la Ciudad Prohibida. Al finalizar la visita, se ofrece un té -gratuito-, delante del sobrino del Emperador, que suele estar tranquilamente leyendo y tiene su sello al lado para estamparlo en la obra pictórica que vende, nada barata por cierto.

Parece ser que el pueblo chino – o al menos una parte de los 1.300 millones de personas-, sigue con afecto a la idea del Emperador. Ni siquiera Mao Tse Dong, también muy querido por el bien que hizo a los mas desheredados de los chinos, fué capaz de acabar con el Emperador.

Mientras que el último Emperador fué una persona infeliz que no tuvo descendencia, su hermano si tuvo un hijo. El último emperador de China murió en 1967, y su hermano era al menos cinco o seis años menor que él, por lo que podría haber muerto sobre 1974 o 1975, cercano a Mao. Su hijo bien podría tener ahora los sesenta y tantos años que aparenta tener el supuesto sobrino. Digo aparenta porque es muy dificil para un occidental especular con la edad de un chino.

Es dificil que los turistas que visitan la Ciudad Prohibida vuelvan a visitarla. Y no me refiero a los turistas occidentales, sino a los más numerosos chinos, que son el grueso de los turistas de Bei Jing. Por tanto es plausible que el «último» familiar del último Emperador cambie de vez en cuando.

Puede que sea cierto que es el último, pero se le exhibe del mismo modo que existen en EEUU multitud de Museos locales con la auténtica pistola con que Pat Garret mató a Billy el Niño. Sin ir más lejos yo he visto al menos tres de estas pistolas.

Probablemente haya varios «sobrinos» del último Emperador. Es el efecto del turismo.

En todo caso a mí me inspira un profundo respeto, al igual que a la mayoría de los turistas chinos. Lo más fotografiado por los chinos es el trono donde fué coronado el último Emperador Pú Yi de la dinastía Qing, en el Palacio de la Suprema Armonía, y que murió tras haber sido Emperador de China, despues sólo Emperador de Manchuria, jardinero y archivero de la Biblioteca de Bei Jing mientras reinaba el emperador Mao, origen de la dinastía del Partido Comunista Chino, que aún perdura.

En todo caso, el pueblo chino tiene la gran suerte de que los dos últimos emperadores lo han servido bien y por eso los añoran…