29 años del atentado contra Aznar

Publicado el: Vie, 19/04/2024 - 11:33 Por: drupaladmin


29 años del atentado contra Aznar: del intento de cambiar el rumbo de España a la opción de victoria de Bildu

Articulo de Paloma H. Matellano, Madrid, Actualizado Jueves, 18 abril 2024, publicado en el diario El Mundo. 

El 19 de abril de 1995 la banda terrorista atentó contra el presidente del PP haciendo estallar una bomba a su paso. Doce concejales del partido fueron asesinados por ETA a partir de aquel año

 

Atentado Aznar

Aspecto de la confluencia de las calles José Silva y Arturo Soria (Madrid) tras el atentado con coche-bomba contra José María Aznar Fotografía: ÓSCAR MORENO EFE

 

"Llamaron para decirme que era todo muy confuso, que había sufrido un atentado el presidente, con una bomba de ETA, y que no se sabía nada todavía". Es el primer recuerdo que viene a la cabeza de Carlos Iturgaiz, entonces secretario general del PP en el País Vasco, cuando le preguntamos por aquel 19 de abril de 1995 en el que la banda terrorista intentó matar a José María Aznar haciendo estallar una bomba a su paso, en el cruce entre las madrileñas calles de José Silva y Arturo Soria.

En su memoria aún pervive el "alivio" que sintió al ver al presidente salir del coche: "Todavía puedo verlo, un Audi V8 negro cuyo blindaje le salvó la vida". Margarita González, 69 años y ama de casa, quedó sepultada entre los escombros de su hogar, cercano al lugar de la explosión, y murió posteriormente en el hospital.

Herri Batasuna, el partido que ocupaba entonces el espacio de la izquierda abertzale en el que hoy se ubica EH Bildu, declaró que el atentado atendía a la "responsabilidad directa de determinados políticos en la estrategia de represión legal e ilegal contra Euskal Herria". Ahora, 29 años después, la negativa Pello Otxandiano a calificar de 'grupo terrorista' a ETA pone de manifiesto que la postura ante el pasado sangriento de la banda aún genera titubeos en la formación abertzale, que sin embargo es la principal aspirante a ganar el próximo domingo.

En aquel abril del 95, Ramón Gómez Ugalde era un joven de 19 años recién incorporado a las listas del Partido Popular al ayuntamiento de Éibar (Guipúzcoa). Lo hizo animado por Gregorio Ordóñez, a quien ETA había asesinado apenas tres meses antes. "Aquel ataque contra la persona que podía ganar las elecciones en España significaba lo mismo que lo que había sido para nosotros que asesinaran al que iba a ser alcalde de San Sebastián", sentencia, señalando el paralelismo entre los atentados de Aznar y Ordóñez. "Demostraba que querían acabar con el Partido Popular".

Ese atentado pretendía replicar el asesinato de Carrero Blanco y romper con la alternancia del bipartidismo en el Gobierno, pero lo hizo sin éxito: Aznar sería presidente un año después y el PP multiplicaría sus apoyos en el País Vasco, sumando hasta 19 escaños. Hoy, 29 años después de aquel 19 de abril y en vísperas de una nueva cita con las urnas, superar los seis diputados de la anterior legislatura sería un buen resultado para Javier de Andrés.

Gómez Ugalde, que tras su paso por Éibar fue concejal en San Sebastián, diputado del Parlamento vasco y vicepresidente del PP en esa comunidad, llegó a la política junto a Borja Sémper y Arantza Quiroga cuando el partido llamó a las nuevas generaciones para encabezar las listas en las elecciones municipales de 1995. "Buscaban tirar de la cantera porque la gente más mayor que simpatizaba con el PP en los pueblos vascos no se atrevía a dar la cara", señala.

Miguel Ángel Blanco era otro de esos jóvenes que se sumó al partido en el 95, consiguiendo el acta de concejal por Ermua (Vizcaya). Dos años después, su secuestro y asesinato por ETA conmocionaría a todo el país. "Si no hubiera sido él, la otra persona que estaba en la lista del comando era yo", recuerda Gómez Ugalde. "Cuando ETA mata a un concejal, como Miguel Ángel Blanco, viene a decir que va a por el escalón más bajo de la jerarquía del PP. Con Aznar, justo lo contrario, atacando también a lo más alto", reflexiona Iturgaiz, convencido de que de estos atentados se extraía un rotundo mensaje: "Entre Miguel Ángel Blanco y José María Aznar estáis absolutamente todos".

El atentado de ETA sobre el presidente del PP, y la amenaza que la banda terrorista ejercía sobre los ediles del partido en País Vasco, tuvo reflejo en los comicios municipales de mayo de 1995. En San Sebastián, la candidatura que encabezó Jaime Mayor Oreja -ocupando el puesto de Ordóñez- se convirtió en la lista más votada por primera y única vez en la historia. En Vitoria, el partido duplicó apoyos respecto a los anteriores comicios municipales, mientras en Bilbao logró ser segunda fuerza con el 21% de los votos, siete puntos más que cuatro años antes. Incluso en los municipios guipuzcoanos, donde el PP tradicionalmente había tenido menor calado, se disparó el apoyo al partido: fue segunda fuerza en Irún con el doble de votos, entró con dos ediles en Rentería y duplicó votantes también en Éibar, donde Gómez Ugalde logró el acta de concejal.

"Había un voto de simpatía, de afecto, de cariño, de muchos ciudadanos que querían protegernos", reconoce Iturgaiz, que considera que el voto al PP en aquella cita electoral "era una forma de, desde el silencio y el miedo, plantar cara a ETA". "Como el voto era secreto, votar al PP era una forma de decir: 'Yo no me atrevo a hacerlo, pero te doy las gracias por hacerlo tú'", apunta también Gómez Ugalde, que entiende aquel crecimiento del PP en el País Vasco como el "premio" que la sociedad les otorgó por la "defensa de la libertad" que estaban ejerciendo sus ediles.

Después de Ordóñez fue Miguel Ángel Blanco, y a él lo siguieron los otros diez concejales del Partido Popular asesinados por ETA entre 1995 y 2001. La mitad de ellos ejercía en el País Vasco, pero los otros cinco se encontraban repartidos por ayuntamientos de toda España. Así, como la banda había puesto de manifiesto con el atentado a Aznar, la amenaza sobre los ediles populares se extendía más allá de Euskadi.

"ETA lo que quería era socializar el miedo, que el partido tuviera que tirar la toalla y que la gente no se apuntase a las listas del PP", reflexiona Iturgaiz, que recuerda los muchos compañeros a los que sus familias les pedían, una y otra vez, que "dejasen la política". Escoltas y coches blindados formaron parte, durante años, del día a día de cualquier concejal popular. "El que vivía sin protección o el que decía que no quería llevar protección era un tiro fácil", afirma Iturgaiz.

El miedo a ETA y la voluntad de "agradecer la valentía" de los concejales del PP se volvieron a materializar en una oleada de votos al partido, encabezado por Iturgaiz, en las elecciones autonómicas de 1998, que se produjeron solo un mes después de que la banda anunciara una tregua "indefinida y sin condiciones" -resultado del Pacto de Lizarra-. El Partido Popular superó el 20%, ganó seis puntos respecto a los anteriores comicios y, con 16 parlamentarios, logró ser segunda fuerza por detrás del PNV. ETA suspendió aquella tregua en diciembre de 1999 y asesinó a cinco ediles populares al año siguiente. En las autonómicas del año 2001, el electorado del PP volvió a responder: el partido aglutinó el 23% del voto, 19 escaños, su mejor resultado histórico.

Iturgaiz, que repitió como candidato en los comicios de 2020 y ahora cierra la lista del partido por Vizcaya, pone en valor que se pueda hacer algo tan sencillo como "hablar de temas de política y celebrar actos en la calle; en la campaña del 98 solo podíamos juntarnos en sitios cerrados en los que había más escoltas que asistentes", recuerda. El popular obtuvo seis escaños en la pasada legislatura -lejos de los que sumó cuando el terrorismo etarra formaba parte del día a día de la población vasca-, un resultado que la formación aspira a superar el próximo domingo.

 

Nota del Editor: Descanse en paz Margarita González, 69 años y ama de casa. Las personas de bien pueden y deben perdonar, pero no olvidar.